Los primeros tiempos de una pareja pueden ser muy tormentosos en vez del idilio que se supone . Conocerse y aceptarse en la convivencia y la intimidad tienen sus bemoles .
¿Qué hacer frente a un flamante marido maniático de la limpieza si somos la mar de desordenadas o viceversa ? ¿Puede esto conspirar contra la felicidad ?
La respuesta es sí , siempre y cuando se convierta en un motivo de discusión constante que tal vez esconda otro conflicto : cómo empezar a pensar en dos ……. sin dejar de ser uno .
El temor a perder la libertad o la identidad frente a la persona que tanto queremos puede parecer descabellado pero es bastante común .
Por lo tanto , no hay mejor opción que conversarlo . Seguir conectados con los amigos , establecer pactos de convivencia y reírse mucho de las situaciones tragicómicas cotidianas es una buena fórmula , mientras llegamos a un acuerdo sin querer cambiar al otro .