El calcio es un mineral esencial en nuestro organismo . Es necesario para regular funciones fisiológicas a nivel neuronal , muscular , cardíaco y sanguíneo , pero su principal función es la formación y conservación de huesos y dientes . Su ingesta adecuada durante toda la vida permite mantener los huesos y dientes fuertes y saludables y previene la osteoporosis , enfermedad en la que los huesos se vuelven más frágiles y propensos a fracturas . Actualmente , evidencias científicas demuestran que este mineral también posee efectos beneficiosos para la regulación de la presión arterial . Sus efectos en la reducción del peso corporal y en la disminución del riesgo de cáncer de colon están siendo estudiados , con resultados prometedores .
Principalmente , lo encontramos en los lácteos (leche , yogur y quesos ) . Este grupo de alimentos es el que posee mayor cantidad de calcio y de buena biodisponibilidad , o sea , que nuestro organismo lo puede aprovechar .
Hay vegetales que contienen calcio (como algunos de hoja verde y los coles ), semillas y frutas secas (como el sésamo y las almendras ), sin embargo , también poseen sustancias que dificultan su absorción y , consecuentemente , su aprovechamiento . Estas sustancias son los fitatos y oxalatos , que se encuentran naturalmente en estos alimentos .
Como el calcio es un componente fundamental de los huesos y dientes , debe estar presente desde el momento de su formación , durante el crecimiento del feto en el vientre materno ; razón por la cual el requerimiento de calcio es mayor en la mujer en período de gestación .
Luego del nacimiento y hasta aproximadamente los 18 años , los huesos se siguen formando y creciendo . Como el calcio es esencial para este proceso , es muy importante que la dieta de niños y adolescentes contenga diariamente alimentos ricos en este mineral . La cantidad de calcio que reciben los huesos durante esta etapa ayuda a determinar su condición en el futuro pues , en ellos , se va depositando calcio como una «reserva» hasta llegar a los 20-25 años . Alrededor de esa edad es cuando se produce el «pico de masa ósea» , que es la mayor cantidad de masa ósea que llega a acumularse en el hueso . Durante aproximadamente una década , la masa ósea permanece estable y , a partir de ahí , comienza a disminuir a través de la pérdida de calcio de los huesos . Esta pérdida de calcio es muy lenta , pero se acentúa con el paso de los años y , especialmente , en las mujeres luego de la menopausia ; lo que aumenta el riesgo de sufrir osteoporosis y posibles fracturas . Por esta razón , también durante la adultez , es importante la ingesta adecuada de alimentos ricos en calcio para compensar su pérdida y atenuarla .