Tengo ganas o, (me apetece ) , como dirían los españoles , escribir las últimas tres carillas del libro de Pablo Neruda , «Confieso que he vivido » , en sus (Memorias ) ,y porque no cerrarlo con un hermoso vídeo , de Pablo Milanés ? pues si, me apetece, y os juro que cuándo disponga de más tiempo , les cuento su biografía , os parece ? andando ;
Chile tiene una larga historia civil con pocas revoluciones y muchos gobiernos estables , conservadores y mediocres . Muchos presidentes chicos y sólo dos presidentes grandes : Balmaceda y Allende . Es curioso que los dos provinieran del mismo medio , de la burguesía adinerada , que aquí se hace llamar aristocracia.Como hombres de principios, empeñados en engrandecer un país empequeñecido por la mediocre oligarquía , los dos fueron conducidos a la muerte de la misma manera . Balmaceda fue llevado al suicidio por resistirse a entregar la riqueza salitrera a las compañías extranjeras . Allende fue asesinado por haber nacionalizado la otra riqueza del subsuelo chileno , el cobre . En ambos casos la oligarquía chilena organizó revoluciones sangrientas . En ambos casos los militares hicieron de jauría . Las compañías inglesas en la ocasión de Balmaceda , las norteamericanas en la ocasión de Allende , fomentaron y sufragaron estos movimientos militares . En ambos casos las casas de los presidentes fueron desvalijadas por órdenes de nuestros distinguidos «aristócratas «. Los salones de Balmaceda fueron destruidos a hachazos . La casa de Allende , gracias al progreso del mundo , fue bombardeada desde el aire por nuestros heroicos aviadores. Sin embargo , estos dos hombres fueron muy diferentes . Balmaceda fue un orador cautivante. Tenía una complexión imperiosa que lo acercaba más y más al mando unipersonal. Estaba seguro de la elevación de sus propósitos . En todo instante se vio rodeado de enemigos . Su superioridad sobre el medio en que vivía era tan grande, y tan grande su soledad, que concluyó por reconcentrarse en sí mismo . El pueblo que debía ayudarle no existía como fuerza , es decir , no estaba organizado .
Aquel presidente estaba condenado a conducirse como un iluminado , como un soñador : su sueño de grandeza se quedó en sueño. Después de su asesinato, los rapaces mercaderes extranjeros y los parlamentarios criollos entraron en posesión del salitre: para los extranjeros la propiedad y las concesiones ; para los criollos las coimas . Recibidos los treinta dineros , todo volvió a su normalidad. La sangre de unos cuantos miles de hombres del pueblo se secó pronto en los campos de batalla. Los obreros más explotados del mundo , los de las regiones del norte de Chile , no cesaron de producir inmensas cantidades de libras esterlinas para la City de Londres. Allende nunca fue un gran orador. Y como estadista era un gobernante que consultaba todas sus medidas. Fue el antidictador , el demócrata principista hasta en los menores detalles. Le tocó un país que ya no era el pueblo bisoño de Balmaceda ; encontró una clase obrera poderosa que sabía de qué se trataba. Allende era un dirigente colectivo; un hombre que, sin salir de las clases populares , era un producto de la lucha de esas clases contra el estancamiento y la corrupción de sus explotadores . Por tales causas y razones , la obra que realizó Allende en tan corto tiempo es superior a la de Balmaceda ; más aún , es la más importante en la historia de Chile. Sólo la nacionalización del cobre fue una empresa titánica . Y la destrucción de los monopolios , y la profunda reforma agraria , y muchos objetivos más que se cumplieron bajo su gobierno de esencia colectiva. Las obras y los hechos de Allende , de imborrable valor nacional , enfurecieron a los enemigos de nuestra liberación. El simbolismo trágico de esta crisis se revela en el bombardeo del palacio de gobierno ; uno evoca la blitzkrieg de la aviación nazi contra indefensas ciudades extranjeras , españolas, inglesas , rusas ,; ahora sucedía el mismo crimen en Chile ; pilotos chilenos atacaban en picada el palacio que durante dos siglos fue el centro de la vida civil del país. Escribo estas rápidas líneas para mis memorias a sólo tres días de los hechos incalificables que llevaron a la muerte a mi gran compañero el presidente Allende . Su asesinato se mantuvo en silencio ; fue enterrado secretamente ; sólo a su viuda le fue permitido acompañar aquel inmortal cadáver. La versión de los agresores es que hallaron su cuerpo inerte , con muestras visibles de suicidio . La versión que ha sido publicada en el extranjero es diferente . A renglón seguido del bombardeo aéreo entraron en acción los tanques , muchos tanques , a luchar intrépidamente contra un solo hombre : el presidente de la república de Chile, Salvador Allende , que los esperaba en su gabinete , sin más compañía que su gran corazón, envuelto en humo y llamas . Tenían que aprovechar una ocasión tan bella. Había que ametrallarlo porque jamás renunciaría a su cargo . Aquel cuerpo fue enterrado secretamente en un sitio cualquiera . Aquel cadáver que marchó a la sepultura acompañado por una sola mujer que llevaba en sí misma todo el dolor del mundo , aquella gloriosa figura muerta iba acribillada y despedazada por las balas de las ametralladoras de los soldados de Chile , que otra vez habían traicionado a Chile.