Salud sexual . Cáncer de cuello de útero.

El lado nocturno de la vida

Cinco mil mujeres al año son diagnosticadas con cáncer de cuello de útero en el país. Es la primera causa de muerte de las que rondan los 35. Sin embargo, es relativamente fácil de prevenir y de tratar si se lo detecta a tiempo. Hasta existe una vacuna que previene la infección por HPV –la causa principal del cáncer de cuello– en un 70 por ciento. Pero la vacuna no figura en el Plan Médico Obligatorio y la prevención falla por falta de información y acceso a consultorios ginecológicos. Como si no fuera suficiente con el silencio, todavía se escucha llamar a esta dolencia tan común como «el cáncer de las prostitutas.

 Por María Mansilla

Entonces el cupo femenino recupera su sentido: sucede cuando la perspectiva de género se cuela en las políticas públicas. Al menos en sus proyectos. Esto reafirmó Patricia Walsh, diputada porteña por Nueva Izquierda, al encontrar banca entre sus pares de otros partidos. Dieciocho de las veintiuna mujeres legisladoras la acompañaron a presentar su nuevo proyecto de ley, relacionado con la prevención del cáncer femenino.

“Una de las que me apoyaron fue Silvia Majdalani, de PRO: ella enfermó de cáncer de útero –nos cuenta Walsh–. Me dijo una cosa muy fuerte, algo que será importante para el debate: que salvó su vida porque tuvo recursos económicos. Siente que nosotras, sobre todo las legisladoras, tenemos que hacer todos los esfuerzos posibles para garantizar la salud de las mujeres. Mi hija mayor murió de cáncer, hace poco tiempo, y hay cosas en las cuales una se pone a pensar a partir de que te ocurre un hecho que no esperabas. Lo que pasó ya pasó, la resignación es el planteo que hago hacia adentro de mi grupo familiar, pero no hacia la posibilidad de hacer algo mejor para que otras chicas jóvenes, como era María Eva, que tenía 34 años, no lleguen a tener esa enfermedad tan espantosa. Con todo mi corazón espero que le ocurra a la menor cantidad de mujeres posible.”

Patricia Walsh, que fue candidata a presidenta de la Nación, es psicóloga social y periodista. La vez anterior que un proyecto suyo contó con tanto apoyo, recuerda, fue cuando impulsó como diputada nacional la anulación de las leyes de punto final y obediencia debida. Que esta mujer es periodista se nota en el rigor que incluye su propuesta legislativa. ¿Qué propone? Aplicar en todos los centros de atención primaria, barriales y comunitarios, el llamado Progedem: Programa de Detección Precoz del Cáncer Génito Mamario y Enfermedades de Transmisión Sexual. ¿Cómo se aplica? Brindando mejor calidad de atención ginecológica e incorporando al Calendario de Vacunación las dosis de la nueva vacuna que previene la infección del virus del papiloma humano (HPV, por sus siglas en inglés), el principal causante del cáncer de cuello de útero.

Además exige que, en paralelo, las áreas de salud, desarrollo social y educación porteñas se junten para hacer una campaña informativa para que todas y todos se enteren de que valieron la pena los esfuerzos de estas legisladoras por garantizar el maltratado derecho a la salud. ¿Por qué? Porque mueren en la ciudad tantas mujeres por este cáncer como por accidentes de tránsito. Porque a nivel país afecta a 5000 mujeres por año. Porque es la segunda causa de muerte femenina, después del cáncer de mama, y la primera en jóvenes que promedian los 35. Porque, detectado a tiempo, es curable. Porque es increíble que no se haya hecho nada todavía. En el Roffo las contaron: por 120 mujeres que hicieron tratamientos en ese instituto oncológico, se vio afectada la vida de 654 personas.

CHICAS, ¡HAGANSE UN PAP!

Ya lo dijo la Organización Mundial de la Salud: “La reducción del impacto en la incidencia de esta patología depende de los programas de detección precoz que posibilitan la prevención y el éxito de la curación, particularmente en el caso de los cánceres de mama y del cuello uterino”. Y agregamos: es también parte del compromiso que instala la ley de salud sexual, procreación responsable y prevención de enfermedades de transmisión sexual.

Las12 llamó al Ministerio de Salud para escuchar su reflexión sobre este tema y, por supuesto, conocer las acciones que se desarrollan para atender la salud de las personas vulnerables a esta enfermedad. Lo único que obtuvimos a cambio fue un documento que dice que desde el 2002 se lleva adelante un programa de prevención, en 10 provincias argentinas, que consiste en “extender la cobertura del test de PAP”, esperando, con esta “estrategia”, “disminuir entre el 80 y el 90% la mortalidad” por esta causa. Mucho enunciado, pero ningún balance que muestre los resultados de ese programa realizado con el apoyo (económico, seguramente) de la Organización Panamericana de la Salud.

“Yo misma participé, durante años, en el Ministerio de Salud de la Nación, de la realización de un programa de detección de cáncer de cuello. Se aprobó, pero nunca hubo plata para implementarlo”, dice Silvina Witis, jefa del área de ginecología de Lalcec (Liga Argentina de Lucha Contra el Cáncer). Y lamenta la poca visibilidad que tiene esta enfermedad a pesar, curiosamente, de su exposición. “Evita se murió de un cáncer de cuello. Rosana Falasca también, se hacía siempre un pap y nada más; el día que se hizo una colposcopía ya tenía un cáncer avanzado. La que nos ayudó un montón fue Tita Merello, ella siempre, públicamente, decía: `Chicas, háganse un Papanicolaou`.”

HPV

El HPV se transmite por vía sexual, principalmente. Es lo que se llama “una familia de virus”, de unos 100 virus, de los cuales 13 son potencialmente cancerígenos. Este dato conduce a la regla de oro: no todos los HPV pueden desarrollar cáncer, pero si tuviste cáncer ginecológico seguro te lo pescaste por el HPV.

En la mitad de los casos, la infección se realiza entre los 15 y los 24 años. Claro: según una investigación del Hospital de Clínicas realizada sobre 2110 adolescentes que van a la escuela, el 64% de las mujeres desconoce para qué sirve el PAP y el 94% no sabe qué quiere decir HPV…, ni mucho menos que si ese virus ingresa al organismo, en 10 años puede convertirse en células malignas. Enferma no sólo el cuello del útero sino también vulva, vagina, ano, esófago y pene. Es asintomático y suele manifestarse a través de verrugas genitales.

La incidencia más alta se da en el noroeste y nordeste argentino. Vivir con las necesidades básicas insatisfechas es un factor de riesgo para que el HPV mute: la falta de buena alimentación, la falta de buena atención médica, entre otras razones, dejan al cuerpo con la guardia baja. Otros factores que ayudan a que se convierta en cáncer son fumar, muchos años de tomar anticonceptivos orales, muchos años de tomar medicación con corticoides y tener distintos compañeros sexuales (ver recuadro Lección de Anatomía).

Tampoco es que el HPV reconoce demasiado las fronteras sociales. Es en la posibilidad de acceder a medicina preventiva y a tratamientos donde los límites son indelebles. Una “lesión” se detecta combinando los resultados del Papanicolaou y la colposcopía; en nuestro país el 30% de las mujeres no tiene acceso a esta práctica. Mucho menos a intentar ser curadas con tratamientos con ácidos, láser o criocirugías. Por eso, principalmente, una buena noticia es el hallazgo y la llegada a nuestro país de las vacunas que previenen la infección.

2 respuestas a «Salud sexual . Cáncer de cuello de útero.»

  1. muy buena la informacion.aca en uruguay por lo menos en salto se exige el pap y la mamografia para poder sacar libreta de conducir ademas tengo una hija que esta en estudio por ese problema todavia no se confirmo nada esperremos no sea así
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  2. Gracias Norma por el comentario , en efecto también en Montevideo hace años que cuando una mujer solicita el carné de salud , sea para lo que sea , debe llevar estudios que no superen los 2 años de antiguedad de pap y mamografía , está espectacular , además se está hablando de la vacuna para darla gratis , espero que lo de tu niña no sea nada , lo importante siempre es el diagnóstico precoz , Besos .

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