Pintor Uruguayo . Joaquín Torres García.

Según un escrito de Joaquín Torres García : «el niño aprende jugando. Pues el juego , para él , ha de ser ejercicio de múltiples experiencias y actividades . De creación y descubrimiento . De conocimiento de las cosas y de sí mismo. De iniciación a futuras empresas y estudios. De revelación de su personalidad»

La realización de juguetes transformables de madera pintada ha sido,dentro de la vasta obra del gran artista uruguayo , uno de los episodios más atrayentes de su vida ya que,inicialmente , Torres García los creó – junto a un pequeño teatro con sus escenografías – para contarles historias a sus propios hijos.

Según  Jimena Perera , directora del Museo Torres García y bisnieta del artista , «la relación que existía entre Torres García y sus juguetes fue algo de mucha importancia en su vida , más de lo que se piensa ; si bien primero fue como una forma que él desarrolló para ganarse el sustento de su vida , también fue como una forma de independizarse de los marchands».

Todos los juguetes que actualmente se exhiben en el museo – como en este caso los Ferroviarios – están íntimamente relacionados con los conceptos centrales de la obra de Torres García ya que, en cada período de una u otra producción , puede hacerse un seguimiento detallado de todo aquello que el artista dio a conocer como Universalismo Constructivo.

Según Perera , «realmente los juguetes tienen mucho más que ver con la totalidad de la obra de lo que las personas se imaginan. Estos juguetes tienen un contenido de diseño , plástica, color y material tan importante como el de su obra».

Las primeras referencias que se encontraron de Joaquín Torres García mencionando el desarrollo de sus juguetes datan de 1917 . Autos deportivos , arlequines , pájaros articulados , pequeños felinos , aves de granja , elefantes , jirafas , mujeres y hombres de diversos colores, ferroviarios y un caballito mecánico denominado «Go Pony» son sólo algunos de los juguetes desmontables creados por este gran artista e intelectual uruguayo ; pequeñas obras de arte que no sólo sirven para jugar , sino también para aprender y crecer . «Si el niño rompe sus juguetes , es, en primer término , para investigar ; después para modificar: conocimiento y creación . Démosle , pues , los juguetes a piezas , y que haga lo que quiera»

La mejor introducción para acercarse al mundo de los juguetes transformables de Torres García la da él mismo en su autobiografía  Historia de mi vida , escrita – en tercera persona- en 1934 , a su regreso al país luego de más de cuarenta años : «El trato con los niños en las escuelas y lo que iba observando en sus propios hijos , hizo pensar alguna vez a Torres García en los juguetes , pareciéndole que allí había algo que estudiar y crear que estuviese más de acuerdo con lo que debía ser . Sabía él que nada puede reemplazar a las cosas naturales (agua, tierra, madera ) con que se divierte y adquiere habilidad y conocimiento el niño , pero puesto que construyen juguetes , al menos que sean en relación con la psicología infantil. Y, viendo entonces que nada , por el momento , podía esperar del arte, y queriendo crearse una situación independiente, pensó en fabricar juguetes . Y, como en otras ocasiones en que emprendía algo nuevo , puso todo su ardor y entusiasmo. Comenzó a crear algunos modelos , los cuales ,al verlos el carpintero industrial que le ayudaba en ese trabajo , pareciéndole que con aquello podía realizarse un buen negocio , se propuso formar una sociedad a fin de reunir capital para fabricarlos en gran escala. Torres García aceptó , porque ese podía ser el medio , al fin , de ser independiente . Y se formó la sociedad , se vendieron juguetes y se exportó».

Fue así como el 6 de noviembre de 1918 quedó conformada la Sociedad del Juguete Desmontable , en la que Torres García se une a un fabricante e industrial catalán llamado Francisco Ramblà.

Para comercializar dichos juguetes se organizaban exposiciones que apuntaban al interés de los comerciantes , quienes serían los verdaderos encargados de distribuir la producción . En una carta a su amigo Rafael Barradas , fechada el 13 de diciembre de 1918 , Torres García da cuenta de su espíritu : «Yo vuelvo a animarme para trabajar , después de tanto tiempo de no pintar nada . Los juguetes me arrastran a eso . Porque es lo mismo que lo otro. Al fin creo que habré hallado algo que, a pesar de dar dinero -si es que lo da- me hará feliz hacerlo. ¡ Todo es juguete y pintura ! Ya sabe usted lo bello que es vivir para esas cosas» .

Lo cierto es que este regocijo de Torres García duraría hasta septiembre de 1920, momento en el que se produce el dramático final de su relación con su socio, que deja al artista uruguayo en la peor de las situaciones económicas.

Este hecho motiva su alejamiento de Barcelona y meses después Torres García se encuentra en Nueva York. Allí trabaja arduamente , influenciado por el dinámico movimiento de la ciudad , y en 1921 firma un contrato con el director de Anderson Galleries y constituye la Artist Toys Makers.

«Siguiendo paso a paso la vida de Torres García en New York, se ve que durante el segundo año de su estancia allí , casi no trabajó  en otra cosa que en imponer sus juguetes . Veía que era lo único que podía sostenerle allí(….). Pero es víctima de manejos o procedimientos que él no acierta a comprender y al fin se evade (…..).  Allí llevó sus modelos , allí trabajó con los obreros y después fue a mostrarlos a los grandes almacenes y, cuando creía que ya iba a encauzar el negocio , tenía que fracasar , porque la imposibilidad que le ponían para resolver cualquier asunto , imposibilitaba su solución normal » .En su estancia en Nueva York , el artista uruguayo había conocido a la acaudalada escultora  Gertrude  Vanderbit Whitney quien, desde un inicio , se había interesado por los juguetes . Fue Mrs .Whitney quien le propuso a Torres García fabricarlos en Europa para así exportarlos a Nueva York, pero claro está , para ello había que trasladarse nuevamente al viejo continente , más precisamente a Italia , decisión en la que Torres García no dudó y que se hizo efectiva en julio de 1922.

La etapa italiana de producción de juguetes comienza siendo casi imposible por la falta de industrias que había en ese país , pero luego , poco a poco, va cobrando vida , volumen y originalidad. En su agenda de 1922 anota : «Ya no voy a pintar más , voy a meter mi pintura en los juguetes «. Esta idea de fabricar los juguetes en Italia y exportarlos a Nueva York se lleva adelante bajo la marca Aladdin Toys .En este período Torres García se asocia con el pintor holandés Bueno de Mesquita ,quien se encarga de la representación comercial.

Tras diversas negativas que se venían presentando a los envíos de juguetes en Nueva York , fue gracias a un amigo de Torres García , Juan Agell ,quien vio en los juguetes la posibilidad de desarrollarse profesionalmente , que por fin se crea en dicha ciudad la Aladdin Toy Company.

Finalmente los juguetes van por buen camino , sin significar esto el pleno afianzamiento de la industria. Luego de más de dos años en Italia , Torres García se traslada al sur de Francia , donde recibe la triste noticia , por parte de Agell , de que la fábrica Aladdin Toy Company se ha incendiado _ el 13 de febrero de 1925- por completo, destruyendo toda la producción de juguetes . Todos los socios de la compañía pierden el capital invertido y en Nueva York ya no se vuelven a fabricar ni a vender juguetes.

Vuelta a empezar , la comercialización de los juguetes transformables recae en los hombros del propio Torres García quien realiza , durante el resto de 1925 , numerosos viajes para su promoción , no logrando demasiado eco con su propuesta . Por tal motivo , en 1926 se traslada a París donde la pintura cobra prioridad en su trabajo diario.

Si bien los juguetes siguen siendo parte de su vida y ayudan económicamente al sostén de su familia , su producción ha dejado de ser industrial . En ese entonces Torres García realiza sus juguetes en forma artesanal y casera , participando toda la familia en ello.

Cuando el artista regresó al país en 1934 trajo numerosos juguetes de aquel período, pero ya no se dedicó más a la realización de ellos . Sin embargo , fue aquí en Montevideo donde toda esta historia de los juguetes termina, ya que fue en el Museo de San José donde se realizó la última exposición de los mismos , estando en vida el maestro Joaquín Torres García.

Barcelona , Nueva York , Italia , París y Madrid ,desde 1917 a 1932.

El ARTE MODERNO EN LA MANO DE LOS NIÑOS.

Juguetes de Joaquín Torres García .

Fuente : 100 objetos 100 historias .

Por : DANIEL  VIGLIONE .

 

 

 

Deja un comentario