Luego del incidente con Gauguin, Vincent van Gogh, ante la partida de éste, cae en un estado de profunda depresión.
Para no causarle más problemas a su hermano Theo, recién casado, y ante lo inevitable de nuevos ataques, decide, pese a la oposición de Theo, ingresar voluntariamente al Sanatorio de Saint-Rémy, a comienzos de mayo de 1889, la ciudad donde nació Nostradamus.
Originalmente monasterio Agustino del Siglo XIII, aunque alejado de la ciudad, se encuentra en una fértil llanura, rodeada de campos de trigo, viñas y olivos, casi al pie de las estribaciones de los lejanos Alpes.
Vincent se aloja en una pequeña habitación empapelada de un color verde grisáceo, con dos cortinas de tonos aguamarina con pálidas rosas rojas.
Tras la reja de la ventana, se ven los trigales.
El Dr. Peyron, director del sanatorio, luego habilitará una salita para ser usada como estudio.
En esos momentos se encuentra absolutamente lúcido. En cierta forma, ante el conjunto de las patologías de los pacientes que encuentra, se siente menos raro.
Le escribe a Theo que cuando alguien sufre un ataque, todos los demás enfermos tratan de ayudarlo.
En medio de sus sombras mentales, en ellos subyace un sentimiento de amistad.
Theo responde sus cartas, y le envía libros y periódicos, y así Vincent se enteró de la participación de sus amigo Gauguin en la Exposición del Café Volpini, del Grupo Impresionista y Sintetista.
A éste período corresponde ésta obra, A las puertas de la eternidad.
Es una versión de un dibujo a lápiz y una litografía hecha por Vincent en La Haya en 1882 de Adrianus Jacobus Zuyderland.
Adrianus, era un residente del Nederlands Hervormd Oude, una casa de retiro para enfermos mentales, donde él fue ingresado por sus heridas en el cerebro que le causaron un gran deterioro cognitivo, y donde murió mientras asistía a un oficio religioso.
Vincent también se inspira en la obra de otro artista, Hubert von Herkomer, llamada Domingo en el Hospital de Chelsea.
Aquí, algunos pacientes del sanatorio, a cambio de un pequeño pago, fueron los modelos para una docena de sencillos bocetos que llamó Worn Out (desgastado).
El título agregado en inglés, sugiere que Vincent tenía intención de enviarlo al Illustrated London News o Graphic, para solicitar trabajo.
Nunca se publicó la litografía y es difícil imaginar un editor interesado en la obra de un desconocido holandés.
Aquí los colores casi salvajes de Vincent le dan más dramatismo a la escena.
Le escribe a Theo:
«He aquí la prueba más clara de la existencia de algo más allá de nuestra existencia.
El misticismo de Millet.
No se trata de religión, sino de Espiritualidad.
Las lágrimas de éste anciano, que discurren entre sus arrugadas manos, silenciosamente, sin que tal vez el ni siquiera tenga consciencia de ello, es un momento tan sublime que no puede estar destinado al olvido en la tierra….
Es la misma emoción que puede tener un un pobre campesino, un leñador o un minero, que presienten un lugar eterno, donde Dios los espera….».
A Vincent le quedaban dos meses de vida.
Tal vez estaba hablando de él mismo.
Fuente- EL PLACER DE LA LECTURA
Stephanie Ducasse
Imagen- Pixabay
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