Visón en Uruguay.

Un visón es un mamífero carnívoro originario del norte de América, semejante a la nutria, de cuerpo alargado, patas cortas y color pardo oscuro, que es apreciado por su piel. El visón ocasiona un impacto importante sobre aves nativas(como, por ejemplo, aves que suelen anidar a ras del suelo). También es capaz de trepar árboles sin problema y depredar sobre otros pájaros que anidan en cavidades o troncos.

Desde Argentina y Chile urgen al gobierno uruguayo a actuar ya ante presencia del visón: «El impacto no tendrá forma de repararse».

Una de las especies exóticas más perjudiciales del mundo ya apareció en una de nuestras áreas protegidas, pero pese a las advertencias de investigadores locales y el pedido de especialistas de Chile y Argentina, las autoridades uruguayas aún no actúan ante esta incipiente invasión biológica. En la Región de los Ríos, en Chile hace más de una década, descubrieron en sus campos decenas de gallinas y ovejas destrozadas, al principio creyeron en la existencia de un animal mítico salido de leyendas rurales pero no, el visón americano(Neovison vison), una especie originaria de América del Norte conocida por su voracidad y sorprendente capacidad destructiva para un tamaño tan modesto(suelen pesar cerca de un kilo y medio).

¿Qué hacían esos visones a miles de kilómetros de su área de distribución, causando caos en el sur de Chile?). La historia se ha repetido tantas veces con otras especies, sin que la lección termine de aprender, que a esta altura caer en la misma trampa parece ridículo. Uruguay parece no haber aprendido nada sobre lo peligroso que es traer especies exóticas por motivos comerciales( en el caso del visón, por su piel).

Pese a las experiencias negativas en Argentina y Chile, donde la apuesta por la industria peletera provocó impactos en la economía y la biodiversidad y al final redundó en que todos los criaderos terminaran cerrando, Uruguay decidió iniciar el mismo camino…. 80 años más tarde. En otras palabras, jugó a cartas vistas sabiendo que tenía todas las de perder.

Desde 2007 funciona en Uruguay un criadero de visones que, para peor, está ubicado al lado del Área Protegida del Santa Lucía, en Melilla. La empresa se llama El Porvenir y se encuentra ubicada en Camino de la Redención 8119. Surgió como consecuencia de un estudio experimental del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias(INIA) en la estación Las Brujas en los primeros años del siglo XXI.

En 2013, el biólogo Ramiro Pereira anticipaba que » ese tipo de experiencias han dado lugar a focos  de invasión por fugas», «la especie podría establecerse y dispersarse por la mayor parte del territorio».

Las predicciones respecto a las fugas ocurrieron. Entre el 2010 y 2020 se registró el escape de al menos 35 ejemplares del criadero. Como dato preocupante adicional, el trabajo mostraba que las fugas eran más frecuentes en años más recientes. En junio de 2020 la situación se volvió más alarmante: los guardaparques de Santa Lucía encontraron por primera vez un visón dentro del área protegida y solicitaron al director del organismo, Víctor Denis, el inicio de una investigación y la elaboración de un plan de acción ante el riesgo que representaba este hallazgo.

Tras recordar que hay datos «irrefutables del impacto de las especies exóticas invasoras» en los países afectados, señalan que la plasticidad del visón para «afrontar desafíos ambientales de manera exitosa es excepcional». «Sólo los desiertos extremos pueden poner freno a esta especie», advierten.  «Tanto en Chile como en Argentina se reconoce al visón como una especie no erradicable una vez establecida; lo mismo debiera esperarse del caso uruguayo». «La salud humana y las actividades productivas se verían permanentemente afectadas. Los establecimientos avícolas y las pisciculturas que se desarrollan en el municipio enfrentarían pérdidas económicas importantísimas a las que el gobierno debería dar respuesta». Hay dos líneas de acción que habría que seguir cuanto antes, según Enrique Gonzáles. Una es preventiva y la otra apunta a corregir el daño hecho. La primera sería cerrar el emprendimiento, como sugieren investigadores extranjeros, con un plan clausura bien controlado para evitar fugas y liberaciones. «Eso no debería tener discusión», asegura.

La segunda es detectar si hay una población feral reproduciéndose y removerla, tal cual prevé un proyecto presentado hace un año al Ministerio de Ambiente por el mismo equipo de investigadores que hizo el seguimiento de escapes. Consiste básicamente en colocar en la zona circundante al criadero dispositivos para filmar y capturar a los ejemplares.

Fuente. la diaria ciencia. (fragmento).

Guper.

piel de visón con fregadero - vison fotografías e imágenes de stock

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