Vivimos rodeados por más de 100.000 sustancias químicas artificiales creadas en laboratorio. Cada año inventamos 5.000 nuevas. Más de 2.000 causan cáncer o alteran gravemente nuestro sistema hormonal. La mayoría están muy controladas, pero otras son invisibles; se encuentran en todas partes, nos matan pero son legales. De momento.
El Bisfenol A es uno de estos asesinos químicos silenciosos, capaz de esconderse en lugares tan aparentemente seguros como biberones y chupetes. Un agente tóxico que puede ocasionar diabetes, cáncer de mama y de próstata, además de trastornos hormonales, en el sistema reproductivo (daña la calidad del esperma), complicaciones cardiovasculares, alergias o asma. Precisamente esas enfermedades emergentes propias, según nos dicen las autoridades, de nuestros nuevos hábitos de vida. ¿No estarán provocadas por tanta química?
El Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS) del sindicato Comisiones Obreras ha lanzado una campaña que pretende sensibilizar a la población sobre los riesgos del bisfenol A (BPA).
Según denuncia CCOO, el BPA se puede encontrar en varios productos de consumo y de uso profesional: desde los discos compactos (CD) hasta las lentes de gafas, pasando por el papel térmico, dispositivos médicos y empastes dentales, envases plásticos retornables de zumos, leche y agua, interior plástico de latas de conserva e incluso contenedores para microondas y utensilios de cocina. También se puede encontrar bisfenol A en biberones y chupetes, lo que “puede provocar efectos adversos en el cerebro, la conducta y la glándula prostática en fetos, bebés y niños de corta edad”, explican los promotores de la campaña.
Evitarlo es imposible, aunque el símbolo de reciclaje puede ayudarnos. De los diferentes tipos de plástico usados en embalaje, algunos del tipo 7 (policarbonato y resinas epoxi) y los plásticos de tipo 3 (PVC) pueden contener bisfenol-A.
Según datos de ISTAS, cuatro empresas producen en Europa un total de 1.400.000 toneladas al año. Una de ellas está en España (Cartagena, Murcia), donde se fabrican más de 250.000 toneladas anuales.
Asimismo, diversos estudios han detectado la presencia de esta sustancia en el 95 por ciento de las muestras de sangre y orina de la población analizada.
Muchos países -como Reino Unido, Canadá, Dinamarca, Francia, Suecia, EEUU o Italia- han prohibido ya o se encuentran en proceso de prohibición del uso de bisfenol A en cualquier plástico usado para fabricar biberones o envases de alimentos.
Por todo ello, un grupo de 19 científicos y 41 asociaciones sindicales, del medio ambiente y de la salud de todo el mundo ha solicitado a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) que considere todos los estudios disponibles y endurezca las medidas que se aplican sobre el bisfenol A. // FUENTE : @lacrónicaverde. Blogs.20minutos.es / . Para más información , ver Planeta Plástico .
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