Drogas , Alcohol , Juego , Compras …….¿Por qué unas personas se convierten en adictas y otras no ? ¿ Existe una predisposición genética ? Los expertos empiezan a entender cada vez más los mecanismos psicosociales y bioquímicos de la adicción , y a querer desarrollar terapias que tengan éxito . En su libro Historia íntima de la humanidad , el historiador de la Universidad de Oxford Theodore Zeldin sorprende al lector con esta – en apariencia -situación paradójica : en el México azteca , la mayoría de los esclavos se ofrecía a serlo . ¿La razón ? Su adicción al patolli , un juego de dados , los incapacitaba para responsabilizarse de sus propias vidas , razón por la cual firmaban un contrato de esclavitud y ofrecían su libertad – que ya consideraban perdida – a cambio de que el amo los alimentara y mantuviera . Esta referencia es , ni más ni menos , uno de los primeros documentos de adicción hacia algo que anula la voluntad e incide de forma negativa en la salud mental del individuo .
La definición más aceptada del término adicción es la de Eric Nestler y Stephen Hyman: «la búsqueda compulsiva de sustancias que no tienen utilidad para la salud y se consumen a pesar de ser dañinas » . Se sabe que la adicción a sustancias tóxicas o la relación compulsiva con ciertos juegos o prácticas tiene consecuencias negativas , pero como no todas las personas que consumen o incurren en estas conductas se convierten en adictos , hay que trazar una línea entre uso y abuso . Según los especialistas , un posible criterio es el psicológico : cuatro síntomas cognitivos – los cuatro signos cardinales de la adicción – que pueden indicarnos cuándo un consumo empieza a controlar la vida del sujeto .
La Manifestación Psicológica
El primer síntoma es la obsesión . La conducta adictiva impide pensar en otra cosa que no sea la droga : cómo conseguirla y consumirla , y cómo evitar que los demás se enteren . Casi toda la energía y el tiempo se emplean en satisfacer el hábito , y la mente se focaliza en este único tema . Todo lo demás , la pareja , los amigos , el trabajo , desaparece . El segundo signo es la pérdida de control sobre la propia vida : el adicto se convierte en esclavo del objeto de su adicción .No lo usa ni lo maneja , sino que es la adicción la que domina su conducta . Este síntoma es el más difícil de autodiagnosticar , ya que suele funcionar una falsa percepción de autocontrol : los drogadictos creen que pueden gestionar el consumo , la cantidad , las dosis y la frecuencia . Pero cuando las circunstancias los obligan a dejarlo , aunque sea momentáneamente , les resulta muy difícil . De ahí surge el tercer factor de alarma : la negación .Los adictos , a medida que acumulan problemas , comienzan a negar que hayan perdido el control y que sus dificultades tengan relación con su hábito . Las estrategias pueden ser muy variadas : a veces minimizan la cuestión («no es para tanto») , otras la evitan (» ahora no quiero hablar de eso : hay cosas más importantes «) o eluden la responsabilidad («si estuvieras en mi lugar , harías lo mismo «) . Finalmente , el cuarto síntoma es el sufrimiento psicológico. Aunque al principio el hábito aporta satisfacción , termina siendo negativo ; ya no se realiza por placer , sino por necesidad .
CUANDO HAY DEMASIADA QUÍMICA
No se puede hablar de adicción sin mencionar la tolerancia y la abstinencia . En primer lugar , uno se vuelve adicto cuando experimenta una adaptación neuronal : el cerebro reacciona cuando se interrumpe el consumo y hacen falta dosis cada vez mayores para lograr el mismo efecto . Una persona que bebe ocasionalmente se pone alegre con un vaso de vino , pero un alcohólico necesita quintuplicar la cantidad para sentirse así . En segundo lugar , en el adicto los dolorosos síntomas de abstinencia . A causa de la respuesta corporal ante la ausencia de droga , llega a sentir dolores físicos y un deseo compulsivo . Es el llamado síndrome de abstinencia o mono .Pero para que un consumo se convierta en adicción tiene que haber un componente biológico y , generalmente , una susceptibilidad genética . La célebre investigación realizada en 1978 por el psiquiatra estadounidense Marc A. Schuckit sobre el alcoholismo demostró la importancia del factor genético en el desarrollo de esta adicción . Por otro lado , las investigaciones de la doctora Nora Volkow , directora del National Institute of Drug Abuse , revelaron que las personas que tienen tendencia a adherir al consumo de estimulantes son individuos que genéticamente tienen un déficit de dopamina , el neurotransmisor que descargan todas las drogas estimulantes , como la cocaína , la anfetamina y el éxtasis , entre otras .
Por Soledad Uranga / Luis Muiño