Entre 1931 y 1935 , Carlos Gardel tuvo una vertiginosa y prolífica participación como actor de cine . En ese lapso filmó , en Francia y Estados Unidos , nueve películas .Una de ellas , El día que me quieras , fue acaso su mayor suceso en la industria del celuloide . Con libro de Alfredo Le Pera , el largometraje se rodó en 1935 en los estudios Astoria de Long Island ; en él , El Mago interpretó – a dúo con Rosita Moreno – la canción que da título al film y también Sus ojos se cerraron , Guitarra mía , Sol Tropical , Volver y Jurar en vano , esta última en trío con Tito Lusiardo y Manuel Peluffo .Esta película , además de la actuación de Gardel , contó con la presencia de un niño que , años después , revolucionaría al mundo del tango. Su nombre , Astor Piazzolla.
Los padres del futuro bandoneonista residían por aquellos años en Nueva York y varias veces recibieron – en el modesto piso que ocupaban – a sus famosos paisanos durante su estancia en La Gran Manzana . Una de las camisas que El Mago utilizó en El día que me quieras se encuentra en exhibición en el Museo de Agadu , según lo aseguran los funcionarios vinculados a esta casa . Lamentablemente , no existe registro alguno de quién la donó , por lo cual tampoco se dispone de información adicional sobre el objeto . Pero basta saber -o intuir – que descansó sobre la humanidad de El Zorzal Criollo , para incorporarla a una iconografía tan profusa como intrigante para todos los rioplatenses . Mucho se ha escrito sobre Carlos Gardel tras su prematura muerte . El misterio, sin embargo, sigue (y seguirá) campeando por todos los textos . Así están principalmente en duda su origen , su año de nacimiento y las causas del accidente en el aeropuerto de Medellín que le costó la vida . Sin embargo , hay otros misterios (su vida interior ; cómo hacía para componer sin saber música) que , a esta altura , pueden resultar mucho más interesantes para el lector admirador de su obra , o para el escucha de este cantor mitológico . Para conocer algo de su fuero íntimo debe escuchárselo atentamente . Sobresalen su perfección lírica , su manera justa de colocar las palabras y el entendimiento de las letras que cantaba . Parece imposible que alguien pudiera cantar de esa manera sin poseer una gran inteligencia y una finísima sensibilidad . En el dolor y el sufrimiento que padeció de niño , seguramente , pueda hallarse otra de las claves de El Zorzal . En ese punto puede establecerse una suerte de comparación o paralelismo con la manera de cantar y la obra de Alfredo Zitarrosa , también sufrido hijo natural , aunque en éste subyaciera una mueca de sufrimiento y en El Mago , una sonrisa .A esas características se refirió , con acierto , el escritor Enrique Estrázulas ,en un artículo publicado en la revista Ñ : «La primitiva condición de paria o marginado del cantor , no hace más que redoblar sus méritos .(…….) . Cuando Gardel era «feliz e indocumentado » (habría que dudar posiblemente de que haya sido feliz ) era un niño que deambulaba por las calles del Abasto con carencias y privaciones .Pero , paralelamente , hacia su juventud , con siete años de ausencia de Buenos Aires – otro misterio que a muchos historiadores argentinos y orientales hacen pensar en Tacuarembó – el cantor se fue formando en la calle , en la noche , tal vez en la desesperanza de un hombre al albur entre bohemios y malandras . Así lo conoció Evaristo Carriego , quien asistió una noche al O’Rondeman y le dijo al artista al final de su actuación como solista : «Lo felicito por ser superior al silencio» , y se fue , dejando al joven y obeso Gardel de entonces hablando solo , porque nunca había recibido un elogio más profundo» . Esta anécdota fue registrada y narrada por José Razzano en 1959 al propio Estrázulas . El Gardel artista transitó por tres etapas bien definidas . La primera engloba al Cantor Criollo (con un sello muy personal, distinto a todos) ; la segunda al cantor de tangos (inigualable y referente absoluto) y la última fue la más universal , en la que componía (junto a los poetas más finos del género, Le Pera, Cadícamo, Manzi) canciones que le dieron fama internacional , como Cuesta Abajo , Volver , Lejana tierra mía , Por una cabeza , entre otras. Esta etapa es importante y hay que hurgar en ella para poder llegar a alguna conclusión de cómo hizo para inventar su figura . En el artículo antes citado , Estrázulas aborda este tema . «Cuando José Razzano perdió la voz (aunque opiniones autorizadas dicen que , simplemente , dejó de cantar ) Gardel comenzó su vertiginosa carrera como solista y Razzano como representante del cantor , por algunos años . Eduardo Morera , convenció al trovador para que filmara sus primeros «cortos» o video clips después de vencer una resistencia motivada por su obesidad . Aquí , justamente , nace el Gardel buen mozo , el de la sonrisa lumínica . Caminaba cuarenta cuadras por día , jugaba a la paleta y , al decir Morera , llegó a perder treinta kilos en tres meses»La última etapa mencionada es la que incluye a Gardel en el cine , donde lo que más se rescata es lo que cantó en esos filmes , porque no estudió nada , hizo todo a puro talento . Así también lo testimonia el periodista Sergio Wolf en una nota sobre El Mago en el cine : «Se adueñaba de las películas en las que actuaba no solamente por esa manera de cantar sin esfuerzo aparente , sino por la presencia que impuso en los momentos previos y posteriores al canto» . Fue un discreto actor , con más carisma que talento . Pero era Gardel .Fue y es uno de los nombres clave de la cultura rioplatense . Con seguridad , uno de los que más contribuyó para forjar nuestra identidad . Quizás por eso , en estas tierras , el «ser Gardel» siga siendo aún hasta hoy una expresión de máximo elogio .
Fuente : Sr . Guillermo Pellegrino .