La población actual , al menos en los países con cierto grado de desarrollo , alcanza cada vez mayor longevidad . Los individuos de más de sesenta años constituyen hoy por hoy un porcentaje significativo de la población total.Este hecho plantea la importancia de que se asuman las demandas de salud específicas de esta franja etaria , ya que cada etapa de la existencia tiene necesidades específicas .En el caso de la mujer , aparecen una serie de características propias de su edad y situación , que prácticamente no se presentan en otros momentos de su vida .El climaterio femenino se caracteriza por la pérdida de la capacidad reproductiva y por lo general aparece alrededor de los cincuenta años . El cese de la menstruación es la consecuencia de los cambios hormonales propios de esta etapa . no un acontecimiento aislado , ya que también comienzan a aparecer patologías ginecológicas especiales y variadas manifestaciones en muy diversas áreas de la salud y la vida de la mujer .
Qué ocurre con las hormonas
En la menopausia el eje hipotálamo-hipófisis-gónadas femenino sufre una brusca modificación. Las gonadotrofinas ascienden en forma abrupta como expresión biológica del cambio funcional ovárico ; sus valores se mantienen elevados durante los primeros dos años siguientes al comienzo de la menopausia y luego disminuyen en forma gradual . El descenso en los niveles plasmáticos de gonadotrofinas continúa desde el tercer año hasta la muerte. Con la llegada de la menopausia los ovarios cesan en su función como órgano endocrino . A partir de este hecho los órganos que dependían en mayor o menor medida de los esteroides sexuales – en particular el 17-beta-estradiol-comienzan a manifestar cambios en su funcionamiento . En la perimenopausia el nivel plasmático de estradiol desciende en forma notable y lo mismo ocurre , aunque en un grado mucho menos llamativo , con la estrona y la androstenodiona . Luego de la menopausia las concentraciones de estradiol varían según la edad . En el primer año llega a descender hasta 20% y durante los diez años siguientes ese descenso continúa . Sin embargo , sus niveles se elevan durante la segunda y tercera décadas posmenopáusicas .Durante la etapa reproductiva la principal fuente de estradiol es el ovario ; pero al finalizar la edad fértil el estradiol es, sobre todo , un producto del metabolismo de la estrona y la testosterona. La androstenodiona plasmática tiene dos fases principales de declinación. Una se produce en la primera etapa posmenopáusica ; la segunda comienza en forma gradual , a partir de los sesenta años .Desde los dos años desde el cese de la menstruación hasta los cinco , la testosterona plasmática desciende 60 %. Si se analizaran los tejidos periféricos de los ancianos de ambos sexos, se encontraría una concentración de andrógenos muy disminuida . Si bien estos hechos se producen tanto en hombres como en mujeres mayores , los cambios son más pronunciados en el sexo femenino . Es necesario recordar que las hormonas ováricas , fundamentalmente el estradiol , influyen en el organismo femenino a partir de la pubertad . Actúan como moduladores de la función de muchos órganos , relacionados o no con la reproducción . Los órganos más» sensibles «,a la influencia estrogénica son el útero , la vulva, el cerebro,el hueso y la piel . Cuando los ovarios cesan en su función como órganos endocrinos , hecho que define la menopausia , todos estos órganos presentan cambios en su funcionamiento , lo que da lugar a la aparición de síntomas y signos . Sin embargo , no todas las mujeres tienen síntomas menopáusicos ; se considera que 20 % no refiere ningún tipo de problema de salud relacionado con esta etapa. Por otra parte, el tipo y la intensidad de los síntomas referidos por ese 80 % restante es sumamente variable.
No siempre problemas
Muchos se preguntan por qué , si en todas las mujeres los ovarios dejan de producir hormonas sexuales , unas tienen mayores manifestaciones que otras del déficit hormonal Quizá la respuesta a estas diferencias , en presencia o ausencia , cantidad e intensidad de los síntomas , se encuentre en que las manifestaciones del climaterio no tienen un origen único . Además de la alteración endocrina provocada por la caída abrupta de las hormonas femeninas , es importante considerar la influencia de factores socioculturales y psíquicos . A modo de ejemplo , puede observarse que las mujeres que viven en el campo por lo general aceptan la menopausia con más facilidad que las que viven en la ciudad, actitud que se acompaña con menos y más leves manifestaciones indeseables. En un grupo de mujeres influye el hecho de desempeñar o no un trabajo remunerado . La situación familiar y la red de vínculos son otros factores que pueden intervenir . Por otra parte , en una mujer con cierta tendencia a sentir angustia-temor con intensidad , los síntomas quizá se perciban con mayor relevancia . El déficit de hormonas femeninas no es absoluto .Tanto la corteza suprarrenal como el tejido ovárico posmenopáusico son capaces de sintetizar pequeñas cantidades de andrógenos . Parte de estas hormonas masculinas , como ya se señaló , se transforman en estrógenos – fundamentalmente estrona- al pasar por la grasa y otros tejidos periféricos . Si bien la estrona tiene menor potencia estrogénica que el estradiol , logra mantener cierta modulación sobre los órganos que , en mayor o menor medida , dependen de los estrógenos .