Miriam Alejandra Bianchi ( Gilda), nació en Buenos Aires ( Argentina) el 11 de octubre de 1961. Fue maestra jardinera, cantante y compositora. Su voz de mezzosoprano, su ternura, simpatía y su entrega al público fue total, su música alegre, triste, movida fue motivo para que muchas personas crearan un mito de sanadora. Contó una niña a la propia Gilda al término de un concierto que su madre había sanado gracias a ella. La niña llevó un pasacassette con un cassette que tenía una canción en especial que la madre valoraba mucho y que al escucharla sonrió y feliz de escucharla fue mejorando día a día hasta salir del hospital. Gilda abrazó a la niña y trató de decirle que no había sanado por ella, sino que mejoró porque Dios así lo quiso. La niña llorando le dijo , tú Gilda eres una santa , tu la curaste, te quiero mucho. De ahí en más , muchas fueron las personas que atribuían a Gilda una condición de sanadora, tanto así, que después de su muerte se creó una capilla, donde muchas personas van a pedir salud para ell@s y sus familias.
Luego de su divorcio, su madre la ayuda con sus hijos, Mariel y Fabrizio. Incursionó en un mundo que era practicamente de hombres. Su actividad musical comienza luego de leer un aviso en el periódico donde pedían vocalistas para grupos tropicalesy luego de participar en él , su carisma , su voz, su hermosa personalidad le dan una oportunidad para cantar. Necesita un nombre artístico y recurre a la película de Rita Hayworth, Femme Fatale, donde la actríz la protagoniza con el nombre de Gilda y de ahí toma el nombre. Conoce a Juan Carlos » Toti » Giménez, compositor y tecladista, quien luego de un tiempo se convierte en su pareja artística y sentimental. Juan Carlos se encargó de encaminar su carrera artística como solista y de que Gilda ingresara en las compañías discográficas. Fueron giras agotadoras, de arduas horas de trabajo, muchas veces llevando a su madre e hijos con ella debido a la cantidad de días que duraban, viajaban en un autobús.
Natalia Oreiro , actriz uruguaya, radicada en Argentina dijo haber cumplido su sueño al personificar a Gilda en la película, No me arrepiento de este amor. Oreiro , recordó momentos de su carrera donde homenajeó a Gilda en telenovelas y en sus conciertos en Rusia. «Es una historia de superación, valentía y coraje», la uruguaya dijo que recibió varios guiones sobre la cantante que no llegaron a concretarse. Con ganas de hacer la película le enviaron una carta al hijo de la cantante , la directora Lorena Muñoz , ahí le contaban el enfoque del guión , el cuál se centra en la mujer y no en la artista. El hijo de Gilda le dio el visto bueno y aceptó el proyecto. Oreiro tuvo que perder ocho kilos de peso para personificarla.
La corta vida de Gilda, marcada por la muerte de su padre a sus diecisés años y al enfrentar hacerse cargo de su hogar, luego casarse y tener sus dos hijos. Luchadora incansable, estrella con luz brillante que se apagó un siete de septiembre de 1996, cuando contaba con solo 34 años de vida en aquella noche lluviosa donde el autobús se dirigía a Entre Ríos por la ruta 12 en el kilómetro 129 (Argentina), un camión lo embistió , falleciendo Gilda, su madre, su hija, tres de sus músicos y el chófer . Gilda estaba trabajando temas nuevos . Encontraron días más tarde del trágico accidente en un costado de la carretera un cassette con temas que grababa en el viaje. El tema No es mi despedida es un deja vu para muchos por su letra. Tan inmensa, que al escucharla es en realidad una (su) despedida de la vida, de este mundo que nos repite siempre que entre la vida y la muerte hay un hilo delgado que nos separa, ingrato, cruel, fatal, del cual es imposible escapar. En cinco días Gilda cumpliría 54 años, nos dejó físicamente, solo eso, porque dentro de nuestros corazones esta más viva que nunca ! ! Por siempre Gilda !! Te queremos y muchas personas te lo demuestran siempre, cuando van al Santuario a recordarte, … a pedirte que cuides a sus familiares, porque te creen santa, te lo mereces luchadora ! ! Siempre…… siempre viva , en nuestros corazones, te queremos ! ! !