El síndrome de diciembre: cuáles son los síntomas que aumentan en el último mes del año.
El cierre del año pone a prueba la salud física y mental. Estrés, enfermedades digestivas y cardiometabólicas se incrementan entre las comidas copiosas y el cansancio acumulado.
Especialistas dan las claves para cuidar el cuerpo y la mente.
«Diciembre no tiene que ser una maratón». Los especialistas repiten hasta el cansancio las consecuencias de la mezcla de emociones y exigencias que trae consigo el último mes del año.
Para algunas personas, representa un cierre lleno de alegría y encuentros.
Para otras, es sinónimo de agotamiento, estrés y un torbellino de emociones difícil de manejar. Mientras las consultas médicas se multiplican, también lo hacen las señales de alerta del cuerpo y la mente.
Pero ¿ qué hace de diciembre un mes tan particular para nuestra salud?. La respuesta combina múltiples factores: los desajustes en la alimentación, la vida social intensa, las obligaciones laborales y los balances personales, junto con las demandas emocionales de las festividades, y los expertos coinciden en que este período requiere especial atención y cuidado.
Los desafíos físicos de diciembre son:
Enfermedades del tubo digestivo.
Enfermedades infecciosas.
Enfermedades cardiometabólicas:
La combinación de reuniones sociales, alta ingesta de alcohol, calórica y falta de sueño, agravan las condiciones al igual que el sobrepeso, la hipertensión, o la diabetes mellitus. «En las fiestas, las emergencias por crisis hipertensivas, insuficiencia cardíaca y arritmias se disparan».
Afecciones dermatológicas y otorrinolaringológicas.
Quemaduras solares, infecciones como la otitis y la conjuntivitis suelen ser comunes por el uso de piletas y la exposición al sol sin protección.
Enfermedades relacionadas con el calor. Desde síntomas leves como el eritema y la cefalea, hasta casos graves de golpe de calor. La deshidratación es un factor de riesgo frecuente.
Estrés físico y agotamiento. Muchas veces, el «estar cansado» puede ser el síntoma de una enfermedad subyacente. «Una consulta médica oportuna es clave para diferenciar el agotamiento del estrés de un problema clínico».
El «síndrome de diciembre» y el impacto emocional.
Se trata de una sensación de agotamiento físico y mental que encuentra su pico en las semanas finales del año. El impacto emocional de las celebraciones, para muchos tiene un componente de alegría y familia, pero para otros, reaviva conflictos familiares, intensifican la nostalgia por los ausentes, generan frustración cuando la realidad no coincide con el ideal de «felicidad» promovido por las películas.
«La perfección no existe, y diciembre no tiene por qué cerrarse perfectamente. Es solo un mes más».
Recomendaciones para cuidar el cuerpo y la mente en diciembre.
Es posible reducir el impacto negativo de esta época del año y vivir de forma más saludable.
Cuidar la salud mental.
«La alegría y el estrés conviven, pero también la nostalgia, la tristeza y muchas veces la soledad. Reconocer estas emociones, sin juzgarlas ni negarlas, es un paso para poder vivirlas de manera saludable.
Si el peso se vuelve demasiado, es necesario buscar ayuda profesional.
Aprender a identificar las prioridades de cada uno, no temer a decir NO a compromisos que generan más estrés que satisfacción, es fundamental.
Debemos generar el respeto a nosotros mismos y hacia los demás y dejar en claro las cosas para que nadie se sienta herido o rechazado, por el bien de todos.
Fuente- infobae- (fragmento).
Imagen – Pixabay.
Guper.