¿De que manera la marihuana me afectará y afectará a mi bebé?
El consumo de marihuana puede llegar a reducir la fertilidad tanto en los hombres como en las mujeres, dificultando el hecho de poder concebir. Si estuviera embarazada, debería estar al tanto de que la marihuana ingresa a la placenta y puede poner en riesgo la vida del bebé.
El consumo de marihuana durante el embarazo ha estado relacionado con el nacimiento de bebés de muy bajo peso y con síntomas relacionados con la abstinencia, entre los que se incluyen: antojos excesivos, temblores e hiperemesis (vómitos severos y crónicos). Una serie de estudios científicos han demostrado que, no todas, pero algunas mujeres que consumían marihuana incluso tan poco frecuentemente como una vez al mes durante el transcurso del embarazo eran más propensas a aumentar de peso inadecuadamente, a experimentar trabajo de parto extremadamente rápido y peligroso, a experimentar trabajo de parto prolongado o parto detenido, o a tener que someterse a una cesárea. Por otra parte, también son mucho más propensas a dar a luz bebés que necesiten resucitación luego del parto.
El consumo de marihuana también puede dañar los genes, dando como resultado – posiblemente – el desarrollo de defectos de nacimiento en los bebés o de cáncer, y además puede llegar a provocar riesgos de que los mismos/as desarrollen trastornos de atención y problemas de aprendizaje a medida que vayan creciendo. La marihuana también ha sido relacionada con efectos adversos sobre el funcionamiento de la placenta y el sistema endocrino fetal; lo cual potencialmente podría impedir que el embarazo llegara a buen término.
¿Qué debería hacer al respecto?
Mantenerse alejada de la marihuana antes y durante el embarazo. Si ya hubiera estado embarazada, no existe evidencia de que la marihuana consumida en el pasado puede llegar a dañar a su bebé. Dado que la mayor parte de los efectos negativos provocados por la marihuana parecen surgir a medida que el embarazo vaya progresando, es bastante improbable que haber fumado marihuana en el pasado pueda llegar a dañar a su bebé. Es así que podría tratar de seguir algunas de las sugerencias aportadas para dejar de fumar, las cuales la ayudarán a abandonar este peligroso vicio. Si no pudiera abandonar sus malos hábitos por usted misma, pídale a su doctor de cabecera que le brinde asistencia.
Dejar de fumar
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Escriba las razones que considere oportunas para dejar de fumar. Lea la lista cada vez que se sienta tentada a fumar.
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Elija un día especial para «abandonar el vicio». Ese día, tire a la basura todos los cigarrillos, los encendedores y los ceniceros.
– Identifique los factores que la motivan a fumar. Una vez que lo haya hecho, debería tratar de encontrar algún substituto.
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Manténgase alejada de los lugares, de las actividades o de las personas que le despierten deseos de fumar.
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Pídale a su pareja o a alguna amiga/o que la ayuden a abandonar el vicio, y llame a la persona que haya elegido cada vez que sienta ganas de fumar.
– Si experimenta una regresión y fuma algún cigarrillo, no se preocupe. Simplemente comience a tratar de abandonar el vicio nuevamente, siguiendo los pasos del programa que haya elaborado para dejar de fumar y teniendo en cuenta que cada cigarrillo que no fume estará salvando la vida de su bebé.
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Pídale a su doctor de cabecera que le proporciona productos para dejar de fumar, tales como: parches, goma de mascar, aerosol nasal y medicamentos.
– No comience a usarlos sin antes haber obtenido el visto bueno de su doctor de cabecera, especialmente si estuviera esperando un bebé.
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No se desanime si no puede dejar de fumar inmediatamente. Siga intentándolo. Si no puede dejar el vicio, trate de fumar lo menos posible. Muchas personas no lo logran la primera vez que lo intentan, pero lo más importante es seguir intentándolo una y otra vez.
Fuente : Pregnancy-info@net.