Hay un integrante de la familia olímpica que no obtiene medallas y que muchas veces pasa inadvertido . Es la tecnología , que año tras año supera su propio récord y es prácticamente imprescindible para generar y organizar los eventos . Haciendo una recorrida histórica , es fácil observar los cambios y mejoras que se fueron incorporando , tanto para los atletas como para todos los que involucra el evento . En Estocolmo 1912, se usó por primera vez el cronometraje eléctrico y el foto finish , en Los Ángeles 1932 , la novedad fue la edificación de la primera villa olímpica -que albergaba a los varones mientras que las damas fueron ubicadas en un hotel – y en Londres 1948 , se destacó la transmisión televisiva de la ceremonia inaugural , que pudo ser seguida por 500.000 personas . Pero quizá fue en la cita de Munich 1972 donde se dio un verdadero salto : hubo muchas novedades técnicas , en cronometrajes y recolección de datos por computadoras , y la villa olímpica era una verdadera ciudad del futuro .
En 2008 , el desarrollo tecnológico llegó a su máxima expresión , ya que las prioridades de los organizadores fue mostrar a Beijing como una ciudad de alta tecnología , presentaron el «Nido de pájaro» , el estadio principal , que se destaca por su estructura gigantesca de vigas de metal entrelazadas y su cubierta transparente , y el elegante y casi mágico «Cubo de agua» . Pero la tecnología también fue usada en temas no tan espectaculares , pero necesarios . Beijing es una de las ciudades del mundo con peor calidad de aire y , para subsanar eso , durante los Juegos se restringió el tránsito de vehículos en la ciudad y la actividad industrial en los alrededores . Al mismo tiempo , se puso en marcha un sistema informático capaz de evaluar los cambios físicos y reacciones químicas de las sustancias contaminantes que flotan en el aire .El investigador de la Academia de Ciencias de China ,Wang Zifa , dividió la ciudad en cuadrículas de un kilómetro cuadrado que incluyen las sedes olímpicas .El nuevo sistema también rastreó las zonas cercanas a la ciudad y , teniendo en cuenta factores meteorológicos – como días continuos de viento , que resultan desfavorables para la dispersión de los contaminantes -, pudieron predecir la calidad del aire con 72 horas de anticipación .