Alan Turing, uno de los padres de la informática, nació un 23 de junio de 1912. Hoy a cien años de su nacimiento Google lo recuerda con un doodle . Sus investigaciones y estudios matemáticos sobre los números computables convirtieron a este científico inglés en el precursor de la ciencia de la computación, un genio al que hoy en día debemos la existencia de las computadoras y, probablemente, la victoria de los países aliados sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial.
Google ha decidido celebrar el centenario de su nacimiento por todo lo alto, y por eso dedica hoy a Alan Turing uno de sus doodles más especiales, una recreación de la Máquina Turing que el matemático británico ideó en 1945, que hoy sustituye al habitual logo de Google y reta a los usuarios del buscador a reproducir una serie de códigos binarios.
El doodle que Google ha preparado para conmemorar los cien años del nacimiento de Turing es, sin embargo, de los más complicados. En lugar del popular logo de Google, la página principal del buscador ha recibido este sábado a los internautas con una Máquina Turing que propone seis enigmas diferentes. Por cada uno resuelto, Google «regalará» a los jugadores una de sus letras.
El doodle consiste en una serie de pruebas, seis desafíos para resolver. Para comenzar a jugar, el usuario deberá pulsar el botón «play» de color verde situado a la izquierda. Inmediatamente en la parte superior derecha se mostrará un código a base de «ceros» y «unos» que los internautas deberán intentar reproducir exactamente con los números de abajo. ¿Cómo? Google plantea diferentes formas y combinaciones en su doodle para conseguirlo y, una vez que el usuario considere que ha dado con el correcto, deberá volver a pulsar «play» para comprobar su resultado. Si es correcto, Google premiará al jugador con la primera de sus letras y pasará a mostrarle el siguiente acertijo con su consecuente problema para resolverlo.
El hombre que confiaba en la inteligencia de las máquinas
Alan Turing fue un genio precoz que, ya desde niño, mostró al mundo su habilidad con los números y su profundo interés por las matemáticas. Aprendió a leer solo y con 16 años ya analizaba con rigor los trabajos de Albert Einstein. La temprana muerte de su amigo y primer amor, Christopher Morcom, marcó de forma traumática a Turing que, desde entonces, dio la espalda a la fe religiosa, se convirtió en un ateo convencido y se obsesionó con entender los procesos mentales del ser humano. La idea de la mente como una máquina artificial inteligente comenzó a tomar forma en su cabeza en esta época, poco antes de que Turing se graduase con honores en el Kings College de Cambridge. Dos años más tarde, este genio de la informática sentó las bases teóricas de la computadora con su estudio de los números computables, el pistoletazo de salida para la carrera mundial hacia la primera computadora.
La primera máquina que Alan Turing ideó era un modelo matemático abstracto que define un sistema de escritura/lectura que determina los conceptos computacionales de input, output y algoritmo y establece las bases lógicas para desarrollar los primeros procesadores o cerebros artificiales. En el año 1945 Turing quiso ir más allá y diseñó el aparato: la Máquina Turing. En 1950 se completó totalmente la computadora, la más rápida del planeta durante años.
Alan Turing fue reclutado por el gobierno británico cuando se desató la Segunda Guerra Mundial para que, con su talento y sus conocimientos, intentase descifrar de los mensajes encriptados de los alemanes. Contra todo pronóstico, Turing logró descubrir los misterios de la mítica máquina encriptadora de Hitler, llamada Enigma. Diseñó la suya propia, denominada Bombe, capaz de romper los códigos de Enigma, haciendo posible que los aliados anticipasen los ataques y movimientos de los militares nazis.
La Bombe de Turing fue la herramienta principal de los criptógrafos aliados en el espionaje contra el Führer. Los trabajos de ruptura de códigos de Turing fueron secretos hasta los años 70, tanto, que hasta sus más íntimos amigos los desconocían.
Turing no se cansó de investigar tras el triunfo sobre los códigos matemáticos de los alemanes. El científico británico continuó dándole vueltas a los números el resto de su vida, pero esta vez Turing los combinó con la biología consiguiendo alteraciones de patrones como las rayas de los tigres o las manchas de los leopardos.
La brillante carrera profesional de Turing acabó siendo eclipsada por su trágica vida personal cuando, en 1952, durante la investigación de un robo del que el matemático fue víctima traicionado por uno de sus amantes, Alan reconoció su homosexualidad. Inmediatamente fue imputado por «indecencia grave y perversión sexual» y sometido a un tratamiento médico de castración química. La muerte de Turing también estuvo envuelta por circunstancias extrañas. El padre de la computación falleció en 1954 después de ingerir una manzana contaminada con cianuro. Hay quien cree que fue mala suerte, otros asesinato y hay quien considera, después de las circunstancias que rodearon a Turing durante sus últimos años de vida, que el científico optó intencionadamente por el suicidio.
Durante muchos años, algunos apasionados de la informática defendieron que el primer logo de Apple, con una manzana mordida con los colores de la bandera gay, era un tributo de Steve Jobs a Alan Turing. Algo que tanto el diseñador del logo como el propio Jobs negaron: «No es cierto -dijo Jobs en su día-, pero, Dios, ya me habría gustado que lo fuese».
En septiembre del 2009 el mismísimo primer ministro del Reino Unido, Gordon Brown, pidió públicamente disculpas en nombre del Gobierno británico por el trato que Alan Turing había recibido.
No solo Google ha decidido homenajear con su doodle el centenario del nacimiento de Alan Turing. Durante el 2012 -y parte del 2013- se celebrará a nivel mundial el Año Turing / Año de la Informática, con una serie de eventos para conmemorar sus aportaciones. En España la celebración está coordinada por la Sociedad Científica Informática de España (SCIE) y cuenta con la colaboración de la Conferencia de Decanos y Directores de Ingeniería Informática de España (CODDI).
En Hollywood, por ejemplo, se empieza a hablar de una película basada en la vida de Turing, al que Leonardo Di Caprio daría vida en la gran pantalla. Y es que al parecer, Warner Bros habría pagado una cantidad de dinero bastante importante por hacerse con los derechos de The Imitation Game, un guión basado en la biografía del genio británico The Enigma.