El comportamiento sexual
El conocido informe Kinsey estableció que sobre un grupo de individuos estudiados a los sesenta años , sólo cinco por ciento eran sexualmente inactivos , porcentaje que se elevaba a treinta por ciento en los hombres de setenta años . Los episodios de impotencia sexual se hacen más frecuentes a medida que avanza la edad . Algunos investigadores señalan que la proporción de individuos impotentes alcanza un veinticinco por ciento a los sesenta y cinco años y un setenta y cinco por ciento en los mayores de ochenta años . No parece existir una correlación en la intensidad de las relaciones sexuales con respecto a las etapas de la juventud , la madurez o la senilidad , pero sí se observa que los individuos muy activos desde el punto de vista sexual en su juventud , continúan siendo proporcionalmente activos durante la vejez. La disminución de la función sexual no guarda una relación estrecha con los cambios anatómicos y funcionales que ocurren a nivel de los órganos genitales .
Múltiples factores de la vida del individuo influyen en su desempeño sexual . Es importante el estado de salud general y las condiciones psicológicas en las que se encuentra ; también ejercen su influencia las condiciones sociales en las que está inmerso . Es distinta la situación de un casado o un viudo , por ejemplo . La vida sexual puede estar condicionada según viva en forma independiente o se encuentre institucionalizado. A muchos hombres les resulta significativo el hecho de mantenerse laboralmente activos o no .El valor que cada persona otorga a la vida sexual activa es otro factor a tener en cuenta . Algunos ancianos piensan que ya no es propio de su edad tener una sexualidad activa , y esta creencia los inhibe. Se pueden presentar muchas otras variables . Es necesario considerar , sin embargo , que la sexualidad no se reduce a lo genital . El hecho de que las funciones genitales declinen o aun desaparezcan no hace que la persona se convierta en un ser asexuado. Parecen existir diferencias en el comportamiento sexual general de los varones menores de sesenta años y los mayores de esta edad . Los mayores de sesenta años presentan una disminución en los niveles de tensión sexual que podían mantener y una reducción en la intensidad reactiva durante la expresión sexual . También suelen verse disminuidas la frecuencia de la masturbación y de las poluciones nocturnas con el avance de la edad ; incluso en un mismo individuo , el comportamiento de cada parámetro puede variar en más o en menos tiempo. Además de la influencia de un organismo que envejece , o la presencia de enfermedades que afectan la función sexual que el individuo ha tenido .Un varón sexualmente activo en su juventud , que ha mantenido igual conducta durante la madurez , suele mantener sin mayores inconvenientes una vida sexual activa durante la vejez. Se observa de todos modos que después de los cincuenta años de edad los episodios de impotencia sexual aumentan , y continúa el ascenso con cada década adicional . Pero si desde los años jóvenes se mantienen niveles sostenidos de actividad sexual y no interfiere ningún tipo de dolencia física aguda o crónica , los ancianos mayores de setenta y ochenta años continúan presentando alguna forma de expresión sexual . Hasta los hombres con discontinuidad de sus relaciones sexuales durante períodos de tiempo prolongados pueden volver a tener una adecuada función sexual si encuentran motivación suficiente. Las situaciones que pueden afectar la función sexual del hombre , no necesariamente geronte ,son numerosas y variadas . Influyen desde la monotonía de una relación sexual repetitiva hasta el exceso de preocupación por la situación económica , laboral , o de progreso profesional . Los excesos en la alimentación o en la ingestión de bebidas alcohólicas , tienen importancia , al igual que ciertas patologías orgánicas o psíquicas . El temor a la impotencia es un gran condicionante del desempeño sexual ; en este caso , ante el miedo a repetir la situación vivida como fracaso , algunos hombres abandonan la actividad sexual . En general , el geronte necesita mayor cantidad de tiempo para lograr la erección. También existe retardo en la producción de la eyaculación y se reduce el volumen del semen emitido . La fase de resolución es más prolongada , y necesita que transcurra un tiempo mayor para poder volver a repetir el acto sexual , pero estos hechos no disminuyen la sensación placentera del orgasmo. A su vez , los hombres mayores pueden controlar el momento de la eyaculación mejor que los jóvenes . Los cambios en el tipo de respuesta hacen pensar a algunos hombres que se encuentran cercanos al fracaso en el acto sexual , y este temor puede conducirlos a la impotencia. Otros ancianos tienen miedo de que la actividad sexual sea nociva para su salud . Un tercer grupo puede ver efectivamente disminuida su función sexual a consecuencia de la ingestión de ciertas medicaciones . Una adecuada información , en todos casos , ahuyenta muchos fantasmas .(revista farmacéutica Kairos ) ¡¡ Gracias !!!!!!!