A diferencia de lo que ocurre con la mujer , es sumamente difícil determinar el momento de la vida en el cual comienza el climaterio masculino , si se considera esta etapa como paralela , en cierto modo , a la menopausia .La función sexual ,contrariamente a lo que mucha gente aún cree : no desaparece en la ancianidad : la mujer pierde la capacidad reproductiva pero no el deseo sexual ; el hombre tampoco , aunque algunos individuos no logren las respuestas de su juventud .
Cambios paulatinos
Si bien se acepta que el envejecimiento afecta al eje hormonal hipotálamo-hipófisis-testículo de diferentes modos , existen otros factores que pueden dificultar el valor de los niveles hormonales plasmáticos en el paciente de la llamada «tercera edad». El estado general de salud y el grado de entrenamiento físico tienen una relación muy estrecha con el ejercicio de la sexualidad . La obesidad , el nivel de globulina transportadora de estrógenos- testosterona y el consumo de fármacos pueden influir sobre los niveles androgénicos , lo mismo ocurre con el consumo de alcohol y el estrés psíquico. En forma paulatina se constatan cambios a nivel de anatomía de los genitales masculinos Las modificaciones pueden producirse en la tercera parte de los casos antes de los sesenta años y en el 80 % por ciento de los casos después de esa edad . Es habitual que con el aumento de la edad el tamaño testicular disminuya . Se observa una reducción en la masa de células intersticiales de Leydig ; estas células son las encargadas de sintetizar la testosterona , principal hormona masculina .A diferencia de lo que se observa en el testículo de un hombre joven , las células de Leydig disminuyen en número y tamaño , y aparecen ricas en pigmento y pobres en lípidos . También puede observarse la disminución progresiva de los restantes tipos celulares que conforman la gónada masculina . Los túbulos seminíferos están relacionados con la espermatogénesis – nombre que recibe el proceso de formación de los espermatozoides-;estos túbulos comienzan a presentar cambios histológicos .El epitelio germinativo ,donde se originan los gametos masculinos , disminuye ,y con el tiempo los túbulos seminíferos se van esclerosando . Las células de Sertoli , importantes para el desarrollo de los espermatozoides , avanzan hacia la atrofia.Muchos señalan que es habitual que el espermograma de los hombres mayores de cincuenta años muestre un descenso de la movilidad espermática y un mayor número de espermatozoides anormales e inmaduros , pero no todos los autores están de acuerdo en estos temas . Algunos investigadores señalan que las anomalías espermáticas halladas no guardarían relación cuatitativa con la edad , ya que en muchos hombres de edad avanzada el porcentaje de anomalías no es distinto que el hallado en sujetos más jóvenes .Otros afirman directamente que , en algo más de la mitad de los individuos mayores de setenta años , los testículos y los canales seminíferos contienen una cantidad abundante de espermatozoides .
Perfil de hormonas sexuales en el hombre mayor
Aunque no todos , la mayor parte de los estudios actuales sugiere que la función de las células de Leydig se deteriora con la edad . Lo mismo parece ocurrir con los niveles basales de testosterona total, libre y bioactiva. Sin embargo , un grupo de autores no ha podido objetivar este descenso en una población sana seleccionada , adjudicando gran importancia a las enfermedades que podrían padecer los pacientes como motivo de los resultados dispares . Otro estudio realizado en los años ochenta con individuos sanos y en condiciones de vida semejantes observó una disminución franca de los niveles estudiados de testosterona a partir de los sesenta años . Con el tiempo se reduce la respuesta testicular , con una respuesta menor de la testosterona total a sustancias estimulantes como la gonadotrofina coriónica o el clomifeno. También disminuye la función de las células de Sertoli , con niveles descendidos de inhibina plasmática a partir de los sesenta y cinco años . A partir de la sexta década de la vida aumentan en forma considerable los niveles basales de las gonadotrofinas y este aumento suele coincidir con la disminución de la función testicular . Actualmente se encuentra en revisión el verdadero tipo y significado de estos cambios , aunque se los interprete en forma habitual como un intento de compensación de la insuficiencia funcional de las células de Leydig y del tubo seminífero . Tanto el varón como la mujer tienen hormonas circulantes femeninas y masculinas , aunque con grandes diferencias de los respectivos niveles plasmáticos según el género . El estradiol es probablemente el estrógeno mejor estudiado en el varón ; la mayor parte se sintetiza en el testículo , y también interviene en la conversión periférica de la testosterona . A partir de la adolescencia los niveles de estradiol ascienden en forma progresiva , al llegar a los veinte años se mantienen estables por décadas , y finalmente siguen una curva ascendente a partir de los cincuenta años de edad . Las causas probables del ascenso en los niveles de estradiol circulante son la disminución del ritmo de eliminación metabólica y el aumento en la conversión periférica de la testosterona. Se cree en la actualidad que el descenso de la función testicular se relaciona en forma directa con el proceso general de envejecimiento . Los resultados encontrados en estudios científicos bien controlados son dispares, ya que este hecho bien podría deberse a una diferente velocidad de los individuos en el proceso de envejecer ; de todos modos , la mayor parte de las investigaciones no han mostrado correlación entre el nivel de actividad sexual y los niveles plasmáticos de esteroides sexuales.