ALCOHOL Y SUSTANCIAS PELIGROSAS EN EL EMBARAZO
Pedagogía
Es incomprensible cómo algunas mamás pueden beber alcohol durante el embarazo siendo tan dañino para el bebé, y el tabaco aún más. Al parecer, las que lo hacen no saben realmente el peligro que corren y el trastorno que pueden causar en sus hijos para toda la vida. Lo ideal es no bebes nada, pues incluso un vasito de vino es perjudicial.
Y es que aunque la mayoría saben que es dañino beberlo en exceso, no saben que tomarlo de forma moderada también lo es. De hecho, no se ha comprobado que haya ningún nivel de consumo de alcohol durante el embarazo que se pueda considerar seguro, por lo que se recomienda a las mujeres embarazas no tomarlo durante todo el período de gestación y la lactancia (ni siquiera tomar cerveza, vino o licores).
De todas formas, al principio, muchas mujeres beben y no saben que están embarazadas, pero en cuanto se enteran, lo mejor es dejarlo.
Así que lo mejor es no probarlo, pues el bebé puede nacer con bajo peso, con malformaciones severas, puede producirse aborto espontáneo o alteraciones en el sistema nervioso entre otros. En España, nacen al año más de 50.000 niños con algún tipo de problema relacionado con el alcohol.
Pero hay numerosas sustancias que la embarazada o mamá que dé pecho a su bebé debe dejar de tomar: café, tabaco o cualquier tipo de droga, antibióticos, comprimidos para adelgazar, consulte siempre a su médico , es de vital importancia.
PELIGROS DEL CONSUMO DE ALCOHOL Y TABACO EN LOS PAPÁS
Según acabo de leer en una noticia que me ha asombrado, el consumo de alcohol y tabaco por parte del padre aumenta el riesgo de que el bebé sufra leucemia a lo largo de su vida.
Durante años se ha hablado del riesgo para el bebé de que la madre consuma alcohol o tabaco durante el embarazo y ahora se ha demostrado en un estudio científico llevado a cabo en México, que “el tabaquismo y el consumo de alcohol del padre antes de la concepción de sus hijos, eleva el riesgo de engendrar un bebé con leucemia”, a parte de lo que ya se conoce de que el tabaco reduce la fertilidad masculina. Los expertos dicen que los efectos de estas sustancias producen alteraciones de una proteína que es la que provoca la leucemia (aunque también encontraron que el consumo de vitaminas A y E durante el embarazo contrarresta estos riesgos).
Se aconseja entonces que un año antes de concebir los padres dejen de consumir tabaco y el alcohol, así que nos corresponde a las madres enseñar a los padres hábitos saludables por la salud de nuestros futuros hijos por lo que es nuestra tarea empezar ya mismo a hablar con nuestras parejas de ello si es que queremos concebir.
DORMIR SOLOS O CON LOS PAPÁS
En este tema hay diversidad de opinión. He leído que algunos expertos dicen que no es inadecuado que los niños duerman con los padres ya que los niños necesitan atención y cariño, pero otros son reacios porque consideran que de este modo los maleducamos.
Hay ventajas con esta práctica: al tener la cuna en su habitación los papás están más pendientes del bebé y pueden atenderlo antes, y es más cómodo, a parte de que el niño puede sentirse más arropado.
Sin embargo, algunos indican ciertas desventajas: que el niño duerma en la misma cama que los padres puede ser peligroso porque en algún momento podemos impedirle respirar, sin darnos cuenta mientras estamos dormidos, además, los padres tienen menos intimidad y es más difícil lograr un sueño profundo por la incomodidad de tener un bebé dentro de la cama. Otros opinan que a estos niños se les impide desarrollar la individualidad y seguridad en si mismos, y a medida que van creciendo, les costará más asumir la separación.
De todos modos, los que están en contra de esta práctica dicen que en algunas ocasiones, cuando el niño está enfermo o se le quiere premiar con algo, sí podemos llevarlo a la cama de los padres siempre que no se convierta en costumbre.
Pero en este tema la última opinión la dan los padres así que los que consideren que dormir con el bebé es beneficioso para él, a parte de más cómodo y más afectivo, pueden hacerlo con total normalidad; y los que no lo crean adecuado, pues procurarán que su bebé se duerma solito en su cuna y en una habitación diferente sin que por ello no vayan a darle todo su cariño.
Así que los no debemos considerar que una práctica es más ventajosa que otra, algunos aceptan el colecho como algo natural, mientras otros prefieren la intimidad y que el niño duerma en una habitación apartada, siendo ambas opciones aceptables y respetables.
MARÍA JOSÉ CASIMIRO CALEYA