Hoy en día, el bikini es una prenda icónica, símbolo de la moda, la playa y la libertad femenina. Pero pocos conocen que su nombre está ligado a uno de los eventos más impactantes de la historia: las pruebas nucleares en el Atolón de Bikini.
Todo comenzó en 1946, cuando el diseñador francés Jacques Heim presentó un traje de baño de dos piezas llamado «Átome», destacándolo como «el traje de baño más pequeño del mundo». Sin embargo, un ingeniero automotriz convertido en diseñador de lencería, Louis Réard, decidió ir aún más lejos. Su versión del traje de baño consistía en cuatro pequeños triángulos de tela que apenas cubrían el cuerpo, desafiando las normas de la época.