Los «ponis de pozo» eran caballos mineros que vivían en la oscuridad bajo tierra acarreando vagones de carbón pesado.
Estos caballos o «ponis de pozo» fueron privados de experimentar la luz del sol y el aire fresco. En cambio, vivían en la oscuridad bajo tierra, confiando en sus instintos y en la guía de sus parejas humanas, conocidas como conogons.