Quien fuera la presidenta del club de fans de la cantante Selena Quintanilla, y también amiga y gerente de algunos de sus negocios, Yolanda Saldívar, presa desde hace 30 años por asesinarla, fue condenada a cadena perpetua en 1995 y le acaban de negar la libertad condicional.
«Yolanda Saldívar, habitación 158». Esas fueron las últimas palabras de Selena Quintanilla antes de morir.
Aquel fatídico 31 de marzo de 1995, «la reina de la música tejana» se arrastró hasta el vestíbulo del motel Days Inn de Corpus Christi (Texas, Estados Unidos) y, antes de desplomarse, les indicó a los empleados quién le había disparado y dónde encontrarla.